jueves, 3 de septiembre de 2009

Astucia y Pericia, un soleado día

Astucia y Pericia, mejor conocidas como El Mechudo y El Cabezón, manejaban apuradas un destartalado Landrover del 67 por todas las calles del país. Merodeaban los treinta. Iban tarde y llegaban tarde a todo. No era para menos: su medio de transporte ya iba con dos décadas de atraso: corría el año 1997. Sus primeras aventuras de aquellos tiempos quedaron registradas en el número de agosto de la revista Kasandra... del 98... su primera fiesta con el Padre Minor... la inmolación de Alejandro Rueda... el rapto de sus galanes, Alfredo y Alpesto... Mientras miran una foto de aquellos años se les escapa una lagrimita... porque ellas desearían volver a las andadas ahora que, aunque suene imposible, son más viejas, más feas, más entrañables.

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