lunes, 4 de enero de 2010

Tigres del Norte I (Bigger, Longer & Uncut)

Los tigres, el puma, la fila, los fans y la doña que se tragó un edredón


Hace un año estábamos trabajando en San Carlos y, como siempre, nuestro único propósito era huir de la rutina, léase, de la sala de redacción. Nos movía una especie de furor amarillista mezclado con curiosidad chismosa. Se suponía que debíamos cubrir un multitudinario concierto de Los Tigres del Norte pero en el fondo sabíamos que nuestro plan era caer tan bajo como fuera posible, es decir, llegar al fondo de algo. De lo que fuera. Para eso teníamos, y tenemos, mucha vocación. Nos moríamos por hacer aquello con tal de no parecer lo que éramos, asalariados invisibles, imbéciles dóciles. Los Tigres del Norte encarnaban, en aquel entonces y quizá todavía, nuestra forma genuina, desafinada, fronteriza y hasta masculina de protestar sin perder el trabajo. Sin embargo, a veces la realidad también ayuda y uno no tiene más que dejarse llevar, como si avanzara rodado en un mullido cochecito. Digo esto pensando en el molote que había en la entrada apenas llegamos, en la lluvia que empezó a caer, en el sol, en el barrial, el desacomodo, el calor, la espera, el sofoco. Todos los elementos dispuestos perfectamente para una velada tal y como la necesitaba nuestra sensación de derrota, la única que, en aquel entonces y quizá todavía, nos gusta transmitir. No voy a volver a contar lo que ya está contado sino todo lo contrario, pues toda aventura periodística tiene siempre un reverso inescrutable para los lectores. En ese reverso es donde empieza la literatura que se le amputa al periodismo como si fuera un tumor o una gangrena. Jose Díaz se topó con varias escenas y captó diferentes momentos absolutamente intrascendentes pero que, al día de hoy, son los únicos que recordamos. Como la foto de arriba, cuyo título es más bien una sinopsis. Mañana les cuento la historia.

2 comentarios:

  1. esa es una foto del futuro: maría, jose y

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  2. jajaja. esa es la foto de la que nos hablaste? la que se tapaba, por la que llegó luego la ambulancia?

    esa foto es mejor que la muerte de sócrates, pintada por Jacques-Louis David.

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