miércoles, 23 de diciembre de 2009

sábado, 12 de diciembre de 2009

¡Taller de Futbol Cristiano! ¡Apúntate tú!

El Tamal de Peluche anuncia la matrícula de su nuevo curso de verano Taller de Futbol Cristiano (Concepto, Aplicación, Testimonios) dirigido a niños, jóvenes y adultos de poca fe, impartido por el apóstol Lucifer Gómez. Habrá apoyo audiovisual, plañideras y Rezo del Niño al final del mismo.


Índice de contenidos:
1- Cómo asumir la victoria tras la derrota
2- La alabanza durante el estiramiento
3- La alabanza en la banca
4- Las ofrendas y pactos del titular
5- El diezmo en la afición
6- Cómo sentir orgullo sin pecar tras la victoria
7- El periodista deportivo como profeta
8- Jesús dio su vida en la cancha
9- Jesús vrs Maradona
10- El juego de pelota de los Mayas como usurpación del enemigo
11- La teoría del foul para intimidar Huestes y Potestades
12- Los camerinos y la Segunda de Samuel
13- Dios y su fascinación por lo redondo y hueco
14- 2012: Nueva usupación del enemigo. Hay fútbol para rato.
15- Oremos por FIFA
16- El balón: Obra del Señor sin concesiones
17- Perdonar por goleada

jueves, 10 de diciembre de 2009

Manfred Bogarín y El Tamal de Peluche, presentan:


20 secuelas inevitables de la Navidad Tica




Antivirus (Jose Díaz)

-Un estrés: en qué ahorro, en qué no ahorro, qué ahorro ni qué ahorro.

-Ríos de guaro. Porque crisis o no crisis, los peces en el río “beben y beben y vuelven a beber”.

-Aparición (como una caspa nerviosa) de nieve sintética en tiendas, locales y hogares llamados “humildes”.

-Una búsqueda desesperada de un arbolito no muy enano, no muy escuálido, no muy caro. Probable compra de un árbol de plástico con todo incluido.

-Reducción del portal a su expresión minimalista o surrealista. Se han visto casos en que en el lugar de la Virgen está una Barbie, o en vez de un niño nace una niña.

-Comprar lotería: o sea, pagar por tener una ilusión. Soñar con todo lo que haría. Y después la triste realidad.

-El baboso discurso del Presidente, que como siempre le dará gracias a Tatica Dios por este país maravilloso… que él piensa destusar hasta que no quede piedra sobre piedra.

-En general, la Navidad es la primavera de la cursilería.

-Este artículo: porque ya sea para pedir amor y paz o para denunciar la Navidad, lo cierto es que en diciembre sólo de eso se habla, hasta el cansancio.

-Muchos niños ticos recibirán regalos fabricados por niños chinos, ¡qué linda es la infancia!

-Compra de fieltro y escarcha para que los niños hagan renos, trineos, guantes, bufandas, botas para la nieve… que probablemente nunca verán en persona.

-Aguantarse la risa satírica del llamado Colacho, que baja con su saco desde la zona del euro hasta nuestros hogares.

-Dar y recibir baratijas pomposamente forradas. Reciclaje inmediato del papel, del lazo y del regalo propiamente dicho.

-Dar y recibir regalos incluyendo la factura “por si lo querés cambiar”. Y querrás.

-Amenaza incipiente de verse obligado a regalar también el día de los Reyes Magos (ya están tratando de ponerlo de moda).

-Resurgimiento de la filosofía. Dígales a sus hijos que la Navidad es amor, y vea a ver cómo hace para explicarles qué es amor sin dinero.

-Repunte de las actividades navideñas no onerosas: cantar, rezar, ver tele, ver tele, ver tele.

-Atropellar o ser atropellado: no es pesimismo, es un dato estadístico. Igual que el incremento de los suicidios.

-Probable aumento de lo que llamamos criminalidad, que puede verse también como la redistribución de lo que Colacho no supo repartir equitativamente.

-Engordar. Y vean qué vueltas da la vida: sobre todo los más pobres. Los ricos comen menos y mejor.
 

jueves, 3 de diciembre de 2009

J.E.P al azar

No me preguntes cómo pasa el tiempo


En el polvo del mundo se pierden ya mis huellas;
me alejo sin cesar.
No me preguntes cómo pasa el tiempo.

Li Kiu Ling, traducido por Marcela de Juan


Al lugar que fue nuestro llega el invierno
y cruzan por el aire las bandadas que emigran.
Después renacerá la primavera,
revivirán las flores que sembraste.
Pero en cambio nosotros
ya nunca más veremos
la casa entre la niebla.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Aduana Opus Perling


Cuando yo vivía en un barrio tranquilo podía pensar. Cuando yo vivía en un barrio tranquilo ni siquiera me importaba si podía pensar o no. Pero desde que LA CULTURA llegó a Barrio Escalante, con su nada sutil carpintería y su nada silenciosa arquitectura, tengo que andar disfrazada como si un boing estuviera a punto de despegar en la sala de mi casa.
Yo vivía frente al teatro de La Aduana pero de golpe (literalmente) me trasladaron a La Uruca. Ahora yo también trabajo en la construcción, incluso sábados y domingos. ¿Incluso sábados y domingos? He llegado a pensar si no será una concesión del gobierno o una venganza del Mopt, que son lo mismo. Todos los días a un cuarto para las seis me arranca de la cama el eco de un mazo golpeando el metal o el chirrido punzocortante de una sierra de acero o el ronquido de las vagonetas que van y vienen o la sirena que despabila cada hora a mis colegas, los obreros, para que sepan que el día avanza y no se agueven ni se salten la hora del café.

Lo único bueno fue que pasé de los actores ticos a los piropos nicas. El teatro costarricense clamaba por un aporte así. Yo, no tanto. Sin embargo, lo peor no es tener que usar tapones y orejeras a todas horas, y hasta tampones, por si acaso. Lo peor es que la única forma de parar esta locura consiste en que haya más ruido adentro de la casa que afuera. Entonces todo sufre un ataque de decibeles y hasta la tortuga, que nació sin orejas, convulsiona.
Ya no sé cómo engañar al pensamiento con largas horas en blanco frente a la computadora. Ya no sé cómo dejar de sentirme taladrada, martillada, perforada, atornillada, doblada, agujereada, arrugada, remachada, clavada, machacada y percutida. En realidad, lo peor de todo es no poder echarle la culpa a Guido Sáenz.
No me llamen. No oigo el teléfono.