Haití, otro escenario despejado para ambiciosos proyectos
Y encima, esto. Dos viejos camaradas se pasean por las calles devastadas, enseñándole a Haití (y al mundo) la materia gris de la política, porque todo lo que no dicen las noticias es justamente lo que dicen: que Obama es la cabeza detrás del fondo de asistencia
Clinton Bush Haiti Fund y el primero de sus donantes (apenas $200.000). Dicho por ellos, el fondo "responderá a las necesidades no abordadas en
el país, fomentará las oportunidades económicas, mejorará la calidad de
vida para los afectados en el largo plazo y asistirá al pueblo de Haití
mientras reconstruyen sus vidas y vuelven a construir mejor". Es bonito saber que ya Clinton sabe lo que es despejar escombros para ampliar horizontes: por pura coincidencia, fue el enviado especial de la ONU (entre el 2005 y el 2007) para encargarse de la 'reconstrucción', tras
el
tsunami del 2004, de Indonesia, India, Tailandia, Sri Lanka y las Maldivas. Pero es mejor entretenerse con otros ángulos de la noticia. El
actual escandalillo mediático consiste en determinar si Bush se limpió o no la mano en la camisa de su amigo después de tocar a un negro, pero si así lo hizo, tampoco importa, porque desde hace mucho tiempo Hillary demostró que los trapos sucios se lavan en casa.
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periodismillo
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